Tras nueve años en la presidencia del ICOFMA, este fue su discurso de despedida, pronunciado en la toma de posesión de la nueva Junta de Gobierno que preside Francisco Criado

Buenas tardes, bienvenidos, gracias por acompañarnos en este día tan importante para la vida democrática de un Colegio profesional, como es la renovación estatutaria de sus órganos de gobierno, el día en el que toma posesión la nueva Junta de Gobierno del Colegio de farmacéuticos de Málaga, gracias Viceconsejero de Salud y Consumo, Miguel Ángel Guzmán, vicepresidente del Consejo General de colegios oficiales de farmacéuticos, Juan Pedro Risquez, presidente del Consejo Andaluz de colegios de farmacéuticos, Antonio Mingorance. Bienvenidos a todos y gracias por acompañarnos.

Autoridades, presidentes de colegios andaluces, compañeros de otros colegios profesionales, de Junta de Gobierno, Academias, distribución farmacéutica, queridos compañeros y amigos, bienvenidos todos.

Decía Julio Cortázar: "Que existe algo que el tiempo no puede, a pesar de su innegable capacidad destructora, anular: y son los buenos recuerdos, los rostros del pasado, las horas en que uno ha sido feliz".

Por eso hoy no toca hacer balance de la trayectoria de estos más de nueve años como presidente del Ilustre Colegio Oficial de Farmacéuticos de Málaga, hoy toca dar las gracias a todos. A todos lo que me han acompañado durante este importante periodo de mi vida, que ha supuesto para mí fundamentalmente un aprendizaje en todos los sentidos, en lo profesional, en lo personal y, sobre todo, en lo humano.

Y quiero empezar por dar las gracias a todo el personal de este Colegio que me han entendido, comprendido y ayudado en todo momento. No puedo olvidar a Paqui responsable de secretaria durante la mayor parte de mi tiempo como presidente, mis ojos, mis manos y mis pies para todo, discreta, fiel, honesta y trabajadora. Ella ha dejado una buena escuela y ahora Silvia y Raquel la suplen con vitalidad, conocimiento y prudencia. Os doy las gracias por estos años compartidos y lo hago desde el corazón.

Pero es que no puedo dejar de mencionar a David, Daniel o Ángel en la secretaria o Javier, Enrique o Curro en el departamento de tesorería, personas comprometidas con el Colegio, discretas y eficientes.

El departamento técnico imprescindibles para todos, para los colegiados, pero también para mi cuando ha sido necesario un informe sobre algún medicamento, datos sobre dispensación, etc., etc. Me acuerdo de Rosa, Tere, Loli, Ana o Mª Jesús, jubiladas o a punto de hacerlo. Ahora compañeras más jóvenes han tomado el relevo en una labor de consulta y asesoramiento importantísimo para el quehacer diario en la farmacia, en el hospital, en la distribución o en el laboratorio de análisis clínico. Pero tampoco puedo olvidar a Aurora, María, Carmen Sanchis, Estíbaliz, Maite, Susi, Leo, Ana, Alba, Carmen Cortés, Bel…. Gracias de verdad.

Y de mis compañeros de Junta de Gobierno, solo puedo decir que todos los logros que me puedan atribuir a mí durante este tiempo como presidente del Colegio, son ellos los responsables y si de algo me puedo sentir orgulloso es de haberlos tenido como compañeros de trabajo y todos con más o menos intensidad, han asumido tareas para las que solo tengo palabras de gratitud. Gracias, gracias.

Tampoco puedo dejar de mencionar a dos personas, que aunque externas al Colegio, me han ayudado durante estos años, hablo de Fernando Taboada, asesor jurídico y José Antonio Rio, asesor tecnológico, porque en estos tiempos fluidos, cualquier decisión tiene que llevar un argumento de peso, como poco jurídico, pero en muchas ocasiones, digital, porque la farmacia lo es. Gracias por vuestros consejos, siempre acertados.

Decía Primo Levi (superviviente de Auschwitz – Monowitz), “Para los hombres vivos, las unidades de tiempo tienen siempre un valor, tanto mayor cuanto más grandes son los recursos interiores de quien las recorre”. Pues el tiempo que he pasado en el Colegio de farmacéuticos y que he vivido con tanta intensidad, tienen para mí el mayor valor posible y ahora cuando disminuya su intensidad, seguro que lo echaré de menos, el tiempo y sobre todo a las personas.

A Fran Criado y a su junta de Gobierno les deseo mucha suerte en su nueva andadura, a todos, pero especialmente a mi presidente, a mi querido amigo Fran, le digo primero que muchas gracias, gracias por el paso adelante que has dado, sé que no ha sido fácil. Eres un tipo extraordinario, con carácter cuando hay que tenerlo, pero sosegado y moderado en tus actos. Sigue así, el cargo lo requiere y la profesión necesita personas como tú. Dice que la suerte hay que ganársela, tienes equipo y aptitud suficiente para que así sea.

También toca ahora dar las gracias a la familia, a mi mujer, mis hijas, que han soportado mis ausencias y han entendido que todo el tiempo que no he pasado con ellas, lo he dedicado al servicio a los colegiados malagueños. Sin su comprensión y apoyo esto habría sido una quimera.

Y adelantándome a las palabras de nuestro presidente del CACOF, mi querido amigo Antonio Mingorance, y para terminar, decía el Papa Francisco: “Nunca he visto detrás de un coche fúnebre un camión de mudanzas”. Yo ahora dejo el Colegio y me siento orgulloso de lo que dejo, pero también de lo que me llevo un buen grupo de amigos a los que seguramente seguiré molestando.

Y, por último porque muchos me preguntarán, “y ahora tú que vas a hacer. Yo les responderé como Morgan Freeman en SEVEN, yo ….. estaré por aquí”.

Muchísimas gracias a todos y hasta siempre.