El pasado 9 de noviembre, la farmacéutica malagueña, e integrante de la Junta de Gobierno del Ilustre Colegio de Farmacéuticos de Málaga, Nuria García-Agua, ingresó en la Academia Malagueña de las Ciencias en un acto solemne celebrado en la sede de esta prestigiosa institucional.

Durante la ceremonia, a la que fue recibida en nombre de la Corporación por la Académica de Número, Encarnación Fontao Rey, Nuria García-Agua pronunció su discurso titulado ‘Economía y Salud: condenadas a entenderse’, ante representantes de la propia Academia Malagueña de las Ciencias, y de gran parte de la Junta de Gobierno del ICOFMA.

El mismo trató trató sobre la necesidad de repartir los recursos sanitarios de la manera más eficiente posible, no con el objetivo de gastar menos sino de gastar mejor, estableciéndose criterios de equidad en la medida de lo posible.  La ya nombrada académica precisó que “aunque estamos acostumbrados a no tener en cuenta criterios económicos al estar frente a los pacientes, por no considerarlo ético, lo realmente no ético es no tenerlo en cuenta, ya que la sociedad, las nuevas tecnologías, el sistema sanitario que tenemos hace que sea necesario, además es fundamental que los sanitarios tengan en cuenta el coste de oportunidad en las tomas de decisiones sanitaria”.

La metodología que se usa para determinar la eficiencia es la evaluación económica de tecnologías sanitarias, en concreto, el más importante es el análisis coste-utilidad donde se mide los años de vida ajustados por calidad. Aunque poco usado en nuestro país debería ser obligatorio para poder aceptar la financiación por parte del sistema público de los nuevos medicamentos o tecnologías sanitarias, de la misma manera que ocurre en otros países europeos”, explicó Nuria García-Agua.