El Consejo General de Colegios Oficiales de Farmacéuticos (CGCOF) y el Instituto #SaludsinBulos han emprendido una nueva campaña de concienciación con el objetivo de advertir sobre los peligros de publicitar medicamentos sin contar con la formación científica necesaria para ello. La iniciativa, titulada #MedicamentosSinBulos, pone el foco en los consejos que divulgan los influencers a través de sus redes sociales. Para ayudar a la población a este respecto, se ha elaborado un decálogo a modo de guía para valorar distintas informaciones sobre medicamentos.

El Colegio de Farmacéuticos de Málaga ha querido sumarse a esta iniciativa, por lo que a través de sus distintos perfiles en redes sociales compartirá material de divulgación de #MedicamentosSinBulos. Igualmente, para lograr una mayor difusión, desde la institución colegial se anima a los farmacéuticos malagueños a disponer información de la campaña tanto en sus redes sociales como en sus boticas. 

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El presidente del CGCOF, Jesús Aguilar, explica que “queremos sensibilizar a toda la población, pero especialmente a la gente más joven, más conectada, de que los medicamentos son un bien de salud y no un producto de consumo; y sobre todo que, en materia de medicamentos, el mejor influencer es el farmacéutico”. Por ello, en el decálogo se expone la importancia de buscar fuentes fiables y consultar con los profesionales sanitarios. Otra de las recomendaciones incluidas es desconfiar de productos que prometan resultados milagrosos. 

Para visibilizar la gran problemática que suponen los consejos compartidos por los influencers, #SaludsinBulos estudió diversos vídeos de YouTube. Con este análisis, comprobó que los vídeos con más visualizaciones sobre aspirina proclaman supuestos beneficios contra el acné al aplicarla en la piel en forma de emplaste. Una sugerencia que carece de evidencia alguna y que suma 73 millones de reproducciones tan sólo en los 50 primeros vídeos. 

 

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Además de YouTube, suele ser frecuente que los influencers compartan sus valoraciones sobre medicamentos en otras redes sociales de gran influencia actual como es Instagram. “La mayoría de influencers comparte sus contenidos a través de Instagram, cuyas publicaciones son más efímeras y difíciles de rastrear”, advierte Carlos Mateos, coordinador de #SaludsinBulos. Las consecuencias “pueden ser muy graves para la salud, porque tienen gran predicamento entre una población muy joven, que sigue sus consejos sin ningún espíritu crítico en muchas ocasiones”

Ante esta situación, otra de las secuelas más graves es que la credibilidad de los profesionales sanitarios disminuye. Así lo reveló una encuesta de #SaludSinBulos y Doctoralia, en la que el 65% de profesionales sanitarios aseguró que la desinformación en salud está suponiendo una desconfianza de los pacientes hacia ellos como fuente fiable de información.