Con motivo de la celebración del Día Mundial de la Diabetes el 14 de noviembre, el Consejo General de Colegios Oficiales de Farmacéuticos y la Federación Española de Diabetes (FEDE) han presentado un decálogo para la prevención y los cuidados de la diabetes desde la Farmacia Comunitaria. En el mismo se ofrecen unos consejos básicos de cuidados y prevención de la enfermedad y se detallan aquellos aspectos en los que por su cercanía, accesibilidad y profesionalidad, los farmacéuticos comunitarios desarrollan una labor fundamental ayudando a las personas con diabetes o detectando posibles casos.
Decálogo
El decálogo elaborado por ambas instituciones aconseja a las personas que padecen diabetes apoyarse en el farmacéutico comunitario para cumplir con la adherencia a los tratamientos farmacológicos y las medidas higiénico sanitarias establecidas por el médico. En este sentido, la función del farmacéutico se centra principalmente en dos ámbitos, el relacionado con el medicamento y el de los hábitos de vida. En relación con los medicamentos, el farmacéutico realiza el seguimiento de los tratamientos y facilita la adherencia a los mismos mediante diversas estrategias y herramientas. Esta labor es especialmente importante, ya que el tratamiento antidiabético suele incluir varios medicamentos que junto con otros para otras enfermedades, puede provocar interacciones.
En el ámbito de los hábitos de vida, desde la farmacia recuerdan a las personas con diabetes la necesidad de cumplir con la alimentación establecida por su médico, así como las medidas higiénicas, el uso de ropa y de calzado adecuados, y la realización de ejercicio físico moderado. Las personas con diabetes deben mantener una estricta higiene personal para prevenir complicaciones potencialmente graves, así como un peso adecuado, ya que la obesidad es un factor muy negativo para la evolución de la enfermedad y sus posibles complicaciones.
Además, el farmacéutico puede realizar algunos análisis sencillos que ayudan a conocer el grado de control de la enfermedad, es fundamental que la persona con diabetes realice los controles analíticos con la periodicidad que indique el médico.
A continuación, se expone el decálogo de la prevención y los cuidados de la diabetes en la farmacia comunitaria:
- La farmacia comunitaria por su cercanía y accesibilidad participa en procesos de detección, asesoramiento y control de las personas con diabetes.
- La farmacia facilita la detección de posibles casos no diagnosticados de diabetes mellitus remitiendo al médico para su evaluación clínica y, en su caso, diagnóstico y tratamiento pertinentes.
- El farmacéutico ayuda a la persona con diabetes a adherirse a las medidas prescritas por su médico (farmacológicas, estilo de vida –, etc.) para controlar la enfermedad y prevenir complicaciones.
- El farmacéutico facilita a la persona con diabetes el cumplimiento de la alimentación establecida por su médico, y promueve las medidas higiénicas, el uso de ropa y de calzado adecuados, y la realización de ejercicio físico moderado.
- El farmacéutico, mediante diversas estrategias y herramientas, como los Sistemas Personalizados de Dosificación (SPD), facilita el cumplimiento de los tratamientos farmacológicos.
- El tratamiento antidiabético suele incluir varios medicamentos que, junto con otros para posibles enfermedades concomitantes (p.e. hipertensión arterial), puede provocar interacciones.
- En caso de aparecer cualquier síntoma o efecto no esperado con los medicamentos el paciente debe comunicarlo siempre a su médico y a su farmacéutico.
- El farmacéutico mediante la continuidad y el seguimiento de los tratamientos ayuda fomentado la adherencia al tratamiento y evitando efectos irreversibles a corto, medio y largo plazo (insuficiencia renal, ceguera, etc.).
- En la farmacia comunitaria pueden realizar algunos análisis sencillos que ayudan a conocer el grado de control de la enfermedad, es fundamental que la persona con diabetes realice los controles analíticos con la periodicidad que indique el médico.
- Las personas con diabetes deben mantener una estricta higiene personal para prevenir complicaciones potencialmente graves, así como un peso adecuado, ya que la obesidad es un factor muy negativo para la evolución de la enfermedad y sus posibles complicaciones.